Logroño / Balonmano

El joven jugador riojano acaba de disputar el Mundial Júnior

 

RS | Logroño

Eduardo Cadarso, jugador del Club Balonmano Ciudad de Logroño, ha disputado el Mundial Júnior este verano y a pesar de su juventud ya es presente y futuro del balonmano riojano; su hermano menor David entrenará con el equipo y comenzará con el filial.

 

¿Te presentas a nuestros lectores, Edu? Me llamo Eduardo Cadarso, tengo 20 años, nacido en Logroño, soy jugador del Balonmano Logroño y este año he disputado el Mundial Júnior.

 

Háblame de la familia Cadarso. Mis padres trabajan los dos, estudiamos los tres hermanos y los tres jugamos. Muchos viajes, muchas bolsas, música, estudio...

 

¿Una familia del balonmano? Sí, tengo a mi hermano David, de 16 años, en el equipo y luego mi hermano Alejandro que tiene 22 y juega en el Calasancio. Mi padre era bastante deportista y debió jugar al balonmano, rugbi y algún deporte más. Mi abuelo era preparador físico... una familia bastante deportista.

 

¿Cómo fueron tus primeros pasos? En Logroño no era fácil porque no había tantos equipos como en otros deportes y mis padres me ayudaron mucho. Empecé en un equipo que se llamaba Nueve Metros, desapareció y de allí fui al Calasancio y ya vi que me gustaba. Con 15 años me llamó Jota para hacer la pretemporada... y aquí estoy.

 

¿Recuerdas cómo fue tu debut? Claro. Jota me dijo que quería contar conmigo para que cogeriera experiencia y me sacó al final del partido; tenía muchos nervios antes de salir, pero en el campo estuve tranquilo.

 

¿Y tu primer gol? Ja, ja. Nos pitaron un penalti a favor y Albert Rocas, que era quien los tiraba, se acercó y me dijo “Edu tíralo tú y si lo metes tirarás más, si no...”. Fue contra el Aragón.

 

¿Ser tan joven y ver a un hermano debutar con 16 años hace que te sientas un poco padre? Bueno, sí... yo he pasado lo que está pasando él y uno siempre quiere ayudarle en el proceso. Estoy contento de tenerlo en el equipo.

 

Este año has tenido más protagonismo en el equipo. Sí, el año pasado ya tuve más de lo que me esperaba y Miguel Ángel me dio mucha confianza. Este año los minutos te dan experiencia y eso es lo que buscaré.

 

¿Cómo ha sido la experiencia del Mundial? Pues tuve una lesión de tobillo y pensaba que no iba a recuperarme a tiempo. Al final tuve suerte de acudir y me dio mucha alegría verme en la lista y deportivamente tuvimos mala suerte al cruzarnos en octavos con el campeón, pero la experiencia ha sido muy buena.

 

¿En casa, con quién compartes habitación y quién es más coñazo con la música? Comparto con David y antes de levantarse ya está poniendo música. Y antes era peor, cuando él se levantaba una hora antes que yo y ya estaba con la música; la verdad que alguna vez me he enfadado con él, pero en realidad no es tan malo porque nos gusta el mismo tipo de música.

 

¿De qué deportes se hablan cuando no es el balonmano? Pues se habla de todos los deportes: nos gusta mucho el baloncesto, el tenis, fútbol y por supuesto todo del balonmano.

 

¿Y las cervecitas con quien las compartes? Pues mira, lo mismo el año pasado que este, hay en el equipo gente muy joven, hay muy buen rollo y las comparto con amigos y los compañeros.

 

¿Alguna chica que comparte también cerveza? Bueno, bueno... siempre hay algo, pero de momento tranquilos.

 

Volvamos al balonmano. Sois un equipo joven esta temporada. Ya lo éramos el año pasado y este año más. Somos un vestuario con mucha alegría, pero también hay lugar para los cabreos y con muchas ganas de trabajar.

 

A nivel individual, ¿cuál es tu principal objetivo? Jugar mucho porque es necesario para seguir mejorando. Que me respeten las lesiones, terminar la temporada a buen nivel y sentirme satisfecho.

 

¿La selección absoluta queda lejos? Digamos que no la veo cerca... ese es siempre el objetivo y por el que trabajo cada día, pero siendo realista tengo que seguir trabajando y mejorando para llegar.

 

Volviendo la vista atrás ¿A quién le estás agradecido? Qué duda cabe que a Jota y Miguel Ángel, porque Jota me dio la primera oportunidad y Miguel Ángel me ha dado continuidad. También los primeros entrenadores que tube y por supuesto a mi padre, que siempre ha estado ahí para todo.

 

Creo que es la primera vez que hablo con este pedazo de chaval. Sencillo, humilde... varias veces me ha repetido la palabra trabajar y solo tiene palabras de agradecimiento para todo el mundo. Le deseamos lo mejor.